Jhonny English 3.0 :

 Fuente de imágenes de la película:  Imdb.com

¿Te ha pasado que en una taza de bebida caliente se te cae algo importante? ¿Te imaginas que sea una tapa bomba de un plumón? Pues al agente secreto English, Jhonny English le sucede exactamente esto y tiene que tratar de resolver la terrible situación al mejor estilo del humor físico británico.

La comedia más el espionaje siempre serán una fórmula que hace soltar carcajadas con las resoluciones absurdas a conflictos que se pintan como verdaderamente peligrosos. En esta tercera entrega tenemos mucha diversión entre golpes, caídas y diálogos hilarantes sin groserías.

Podremos ver al superagente en un restaurante al sur de Francia intentando hacer langostinos flambeados, sí un plato nada fácil para diestros cocineros y que definitivamente no será la fortaleza de su personaje como jefe de sala del comedor, ya que su habilidad principal es la fuerza bruta.

English, interpretado por Rowan Atkinson (Mr.Bean), estará envuelto por la buena suerte mientras trata de encontrar alguna evidencia que incrimine al posible sospechoso del sabotaje a la seguridad de datos del Reino Unido. Un ciberataque es inminente y solo él será el responsable de rendirle cuentas a la Primer Ministro (Emma Thompson), quien ante tal amenaza prefiere pasar el mal rato con un Vodka Tonic y no con un café.

Tal cual como los grandes representantes del espionaje internacional Jhonny se inventa su propio trago con ginebra, vodka, Armagnac y un poco de Jerez, que según él es un London Lemming. En contraparte la espía rusa opta por un clásico para recordar su hogar y ordena un Moscow Mule, ese trago barato que contiene vodka, cerveza de jengibre, jugo de limón, adornado con rodaja de limón y servido en un vaso alto o taza de cobre.

Esta película cumple lo que promete: continuar con la parodia de espionaje y un marcado humor británico. No contiene sexo, desnudos ni escenas sangrientas por lo que es apta para todo público o mayores de 8 años que les guste esta temática.