Ready player one es una oda a los años 80
Publicado por primera vez en la cuenta de Instagram @radhacook el 2 de abril de 2018 y republicado el 17 de mayo en @protagonistaculinario
El gran mensaje de Halliday es que "cuando caes en cuenta que por más terrorífica y dolorosa que pueda ser la realidad, es también el lugar donde encuentras la verdadera felicidad. Porque la realidad es real". Y esto aplica perfectamente a la comida, nada como comer algo real para comprender lo que es la felicidad ¿O no?
Cortesía Imdb |
Por Radhanairs García @Radhacook |
¿Llegará el año 2045 y cuestionarás que esta realidad no te gusta y que antes estabas mejor? ¿Que te sumerges en un pasatiempo para escapar y terminas alienándote? En la película Ready Player One lo logran pero advirtiéndote las consecuencias que encontrarás de vivir en el Oasis mientras rememoras el cubo de Rubik, Hello Kitty, King Kong, canciones de Earth, Wind and Fire, superhéroes y varias referencias fílmicas de los años 1980 y 1990, que están entrelazados con los iconos de los vídeo juegos que dominaron la época en una aventura de calidad dirigida por Steven Spielberg.
El joven Wade Watts buscará mantener vigente la realidad virtual, y en manos de verdaderos fanáticos, con su participación en la cacería de pistas escondidas en el mundo singular creado por el genio Halliday, ya que quien logre resolverlas todas se hará con la fortuna del inventor tras su muerte y tendrá control absoluto del vídeo juego. En esta cinta no aparece nadie comiendo, el #PROTAGONISTACULINARIO se destaca por el "café latte" (café con leche) que acompaña una sesión creativa en una escena que es definitiva para descubrir uno de los acertijos más importantes de la trama; en general las notas gastronómicas son escasas.
El filme tiene tantas referencias que los buscadores de Easter Eggs disfrutarán descubriendo muchos en cada minuto de las 2h 20m que dura. Algunos afirman que puede convertirse en un filme de culto, de esos que pasan años y sigues hablando del contenido (está basado en el Best Seller homónimo de Ernest Cline). Es apta para mayores de 9 años, hay escenas con sangre, zombies, muertes, violencia, sin sexo ni groserías. Muchos quedarán con ganas de verla más de una vez.
El gran mensaje de Halliday es que "cuando caes en cuenta que por más terrorífica y dolorosa que pueda ser la realidad, es también el lugar donde encuentras la verdadera felicidad. Porque la realidad es real". Y esto aplica perfectamente a la comida, nada como comer algo real para comprender lo que es la felicidad ¿O no?
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